Arándano, excelente antibiótico
Nombre científico: Vaccinium Myrtillus. De todos son conocidas estas bayas, tanto el arándano como
el enebro figuran en la medicina popular desde tiempos remotos, lo cual
demuestra su eficacia.
También conocido como mirtilo o ráspano, el arándano sigue
encontrándose aún en bosques umbríos, turberas y parameras. Sus frutos azules
maduran en verano y se utilizan como remedio casero una vez secos. La
desecación debe realizarse rápidamente con calor artificial (de 40° a 50° C) y
se guardan en recipientes de cierre hermético. La recolección merece la pena
realizarla uno mismo ya que en el mercado su precio es bastante elevado.
Con las bayas secas, con elevado contenido en tanino, se
prepara una decocción de efectos curativos en las diversas formas de diarrea,
sobre todo cuando la deposición es fétida y en los casos en que va acompañada
de fenómenos de fermentación en el intestino. También las diarreas de la
dentición de los niños pueden ser tratadas eficazmente con esta decocción de
arándanos.
Modo de preparar la decocción:
Se vierte 1/2 litro de agua sobre 3 cucharadas colmadas de
bayas de arándano secas y se deja hervir durante diez minutos. Una vez colada
se deja enfriar y ya está lista para el uso. Los adultos deberán tomar, en caso
necesario, 1 copita de las de licor varias veces al día. Los niños una
cucharadita o una cucharada sopera varias veces al día, según la edad. Para
enjuagues y gárgaras en el tratamiento de las inflamaciones bucofaríngeas, la
decocción deberá diluirse con la misma cantidad de agua.
Arándano rojo
Esta planta medicinal está estrechamente emparentada desde
el punto de vista botánico con el arándano común, caracterizándose por el color
rojo escarlata de sus bayas maduras. La maduración tiene lugar en agosto y
septiembre, y es justamente en esa época cuando deben ser recolectadas, pues
las bayas que no estén bien maduras carecen en absoluto de utilidad. La compota
de arándano rojo es bastante conocida. En muchas regiones suele acompañar
obligadamente como guarnición de los platos de venado. Como medicamento
infantil se administra a los «mal comedores» a razón de 1 ó 2 cucharaditas
antes de levantarse de la cama y antes de cada comida. Sus resultados no se
hacen esperar y pronto el niño va sintiendo que se le abre el apetito hasta que
al cabo de cuatro a seis semanas su apetito es normal. También se usa mucho
esta compota como remedio casero por personas de cierta edad. Hoy día se sabe
que su alto contenido en pectina reduce el nivel de colesterol en la sangre.
Receta de probada eficacia para la preparación de la compota de arándano rojo:
Se añade 1/4 de litro de vino blanco a 1 1/2 kilo de bayas
de arándano rojo bien maduras, escogidas y lavadas y acto seguido se agrega 1/4
de litro de agua, 625 gramos de azúcar y se pone a hervir dejándolo que espumee
y retirando la espuma hasta que las bayas presenten un aspecto
cristalino-transparente (aproximadamente al cabo de 20 minutos). Se sacan las
bayas con una espumadera y se deja que el jugo siga hirviendo durante diez
minutos más. Al cabo de este tiempo se vierte el jugo sobre las bayas y se mezcla
todo removiéndolo hasta lograr una mezcla homogénea. La compota así obtenida,
una vez pasada a los tarros necesarios se conserva bien durante bastante
tiempo.
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