Curas con bayas de enebro
Indicaciones: Diarreas, falta de apetito, reuma, mal
aliento, inflamaciones bucofaríngeas. Bayas de enebro
La fama de estas bayas se debe a Sebastián Kneipp quien las
introduce como remedio naturista. Desde entonces constituye uno de los remedios
caseros más frecuentes en todos los hogares. Kneipp recomendaba su uso contra
el reuma para lo cual debían de ser masticadas varias bayas, cosa que aún se
sigue practicando hoy en día, e
indudablemente, con éxito, pero entretanto se ha comprobado
que el aceite esencial de las bayas de enebro irrita el tejido nefrítico. Por
lo tanto su uso debe limitarse a aquellas personas que no padezcan de ninguna
afección o trastorno renal.
La cura de bayas de enebro:
Se comienza masticando y tragando 1 baya tres veces al día.
Luego se va aumentando la dosis a razón de 1 baya más cada vez hasta llegar a
masticar e ingerir 20 bayas 3 veces al día. Llegado a este límite, se vuelve a
reducir la dosis del mismo modo hasta volver a la dosis inicial de 1 baya 3
veces al día. Terminada la cura, se descansa y, si se desea, se vuelve a
repetir, pero no antes de un mes.
Existe otra aplicación de este remedio casero: contra el mal
aliento.
Condición indispensable es que la causa del mismo no sea
diagnosticada facultativamente con carácter concreto que requiera un
tratamiento específico.
La receta:
Masticar 1/4 de hora o 1/2 hora antes de cada comida 1 baya
de enebro durante los tres primeros días. Durante los tres días siguientes se
mastican 2 bayas antes de cada comida y a partir de entonces 5 bayas (es decir
5 x 3 = 15 bayas al día). Los gases intestinales fétidos, motivo de
comprensible bochorno para las personas que carecen del necesario control de sí
mismas para retenerlos, se dice que pierden su fetidez masticando bayas de
enebro. Estas bayas pueden adquirirse en farmacias, pero también pueden ser
recolectadas por uno mismo en las laderas de los montes, en turberas, sotos,
bosques claros, etc. La época de recolección es finales de otoño.
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